¿Por qué te puedo ayudar?

Sobre mí…

Fui ese niño hipersensible que absorbía como esponja las tormentas ajenas. 

Ese joven que se endureció para ser fuerte, sin saber que la verdadera fortaleza era mostrarse vulnerable y llorar en paz. 

Ese adulto que intentó serlo todo para todos hasta que la vida, en su infinita sabiduría, lo detuvo con sucesos imprevistos y desafíos que me rompieron por dentro, solo para enseñarme que también de las grietas nace la luz.

Cada caída, cada error, cada herida me fue empujando a la rendición más profunda: dejar de correr, dejar de aparentar, dejar de luchar contra mí mismo... para escuchar, por fin, la voz olvidada de mi alma.

Un susurro silencioso que me acompañó incluso cuando yo mismo me olvidé de quién era. A veces aparecía en momentos de lágrimas en soledad. 

Otras, en la voz de mi hijo preguntando por qué ya no lo abrazaba cuando volvía de trabajar del hospital lleno de miedo en plena pandemia. Y otras, en el vuelo de un águila que me visitó en sueños para enseñarme a soltar.

Soltar no significa rendirse. Significa rendirse a lo real. A esa Verdad que no se aprende, sino que se recuerda. Esa Verdad que un día me liberó del miedo, de la autoexigencia brutal, del deseo inconsciente de salvar a todos mientras me perdía a mí.

Como cirujano, he visto cómo el alma y la mente no solo pueden enfermar el cuerpo, sino también sanarlo cuando despiertan a su verdad más profunda.

Como ingeniero, he aprendido a ver lo que otros no ven: que incluso el caos sigue un patrón. Y puedo mostrártelo, para que dejes de vivir creyendo que estás a merced del azar.

Y como abogado, he descubierto que nadie nos condena tanto como nosotros mismos.
Somos nuestros peores jueces, nuestros verdugos invisibles.
Y también podemos ser quienes rompan, de una vez por todas, esas cadenas.

Pero, por encima de todo eso, soy un alma que ha atravesado el fuego y ha regresado con respuestas reales, útiles y prácticas para tu vida.

Hoy acompaño a quienes están listos para despertar. Para dejar de buscar fuera lo que siempre ha vivido dentro. Para sanar no solo el cuerpo, ni solo la mente, sino el alma. Para dejar de sobrevivir... y empezar a vivir con plenitud, pase lo que pase fuera.

Si has llegado hasta aquí, es probable que algo dentro de ti esté buscando más que respuestas. Está buscando VERDAD. Esa que te hace libre y te permite vivir una vida de ensueño, con energía, paz interior y gozo auténtico que te permite saborear cada momento.